En la nube, puede crear un entorno de prueba a escala de producción bajo demanda, completar pruebas y luego dar de baja los recursos. Esto representa una enorme versatilidad, optimización y flexibilidad en el costo de los recursos TI.
En la nube no es necesario crear infraestructura dimensionada para los peaks. Por el contrario se puede usar tanta o poca capacidad como se necesite y escalar hacia arriba y hacia abajo automáticamente.
La automatización permite crear y replicar la arquitectura a bajo costo y evitar el costo y soporte manual. Todos los cambios en la automatización pueden ser controlados, para auditar el impacto y volver a los parámetros anteriores cuando sea necesario.
En un entorno tradicional, las decisiones de arquitectura a menudo se implementan como eventos estáticos. A medida que el negocio y su contexto evolucionan, estas decisiones iniciales deben ajustarse para cumplir con los requisitos comerciales cambiantes. La capacidad de automatizar permite que los sistemas evolucionen con el tiempo.
En la nube, puede recopilar datos sobre cómo la arquitectura afecta el comportamiento y la experiencia. Esto permite tomar decisiones basadas en hechos y datos concretos. La infraestructura en la nube es código, por lo que puede usar esos datos para mejorar a lo largo del tiempo.
En la nube puede probar constantemente cómo funciona la arquitectura y sus procesos programando eventos de alta carga. Esto hace posible comprender dónde se pueden realizar mejoras, para construir servicios digitales de mejor experiencia para el negocio.